El misterio de los libros

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Si eres amantes de los cuentos clasicos, entonces te invitamos a disfrutar de ‘El misterio de los libros’, un cuento infantil muy interesante, dedicado a todos los niños.

Cuento clásico: El misterio de los libros

Todas las noches en una biblioteca muy popular le quitaban las palabras a un libro dejando sus hojas totalmente en blanco. Luego de varias semanas sucediendo, las personas comenzaron a preocuparse. En la biblioteca siempre se escuchaban murmullos preguntando: “¿Quién dejará a los libros sin palabras?”, “¿Cuándo atraparán al culpable?”

Durante todas estas semanas de pérdidas de palabras, nunca nadie sospechó del malvado Carlos, durante las noches se escabullía dentro de la biblioteca sin que nadie lo viera, seleccionaba un libro y con una aspiradora mágica succionaba las palabras.

Después, corría a su cueva secreta en donde contaba con una maquina especial que se encargaba de exprimir las palabras que había extraído y posteriormente, convertirlas en una poción mágica.

Carlos desde muy pequeño siempre había sido muy malvado pero, también era bastante tonto, por lo cual, cuando escuchó que los libros hacían más inteligentes a las personas decidió que bebería sus palabras para ser la persona más sabia de todos de los tiempos.

Sin embargo, Carlos no sabía que los libros no podían ser bebidos, estos deben leerse para poder aprender y ser más listo. A pesar de todas las pociones mágicas que había bebido, aún no sentía ser más inteligente.

La mayoría de las palabras que tomaba no tenían ningún efecto y simplemente eran desechadas. Aunque, las palabras más listas sabían que tenían que ser leídas, por lo que, viajaban por su cuerpo hasta llegar a la piel.

De pronto, Carlos comenzó a notar que su cuerpo se llenaba de palabras que parecían un gran tatuaje sin sentido. Ante la desesperación de tener todo su cuerpo repleto de palabras probó miles de jabones para tratar de borrarlas, aunque nada de esto funcionó.

Luego de algunos días Carlos se dio cuenta de que la única solución para poder eliminar las palabras era leerlas. Muy furioso decidió comenzar a leer cada una de las palabras que se encontraban en su piel.

Esto le tomó semanas, durante todo este tiempo no salió de su cueva ni un solo día, tenía miedo que alguien lo viese y supiese que él era quien quitaba todas las palabras de los libros. Después de mucho tiempo y cuando por fin termino, decidió salir de nuevo a la biblioteca.

Carlos había aprendido la lección, así que al día siguiente, se dirigió a la biblioteca y devolvió a los libros todas las palabras que les había quitado. Además, le explicó a la encargada de la biblioteca sus deseos de volverse más listo. La señora, encantada con su iniciativa, le permitió llevarse cuantos libros deseara.

Carlos se sintió muy feliz, pues se dio cuenta que pocas cosas le gustaban más que la lectura y luego de mucho leer notó lo inteligente que se estaba convirtiendo. De esta manera, decidió ir todas las noches por un libro y aprender cada día más.

De esta forma, Carlos descubrió la importancia de leer, ser constantes y pacientes, ya que si no hubiese leído todas las palabras que tenía en su piel, aún su cuerpo estuviese repleto de ellas y no hubiese aprendido nada.